
Por César Redondo
En el mundo empresarial y fiscal español, pocas palabras han generado tanta confusión en los últimos meses como VeriFactu. La llegada del 2026 ha encendido todas las alarmas, sobre todo porque muchos autónomos y pymes han escuchado erróneamente que a partir de esa fecha todas las facturas deberán enviarse en tiempo real a Hacienda. Este rumor, repetido sin descanso, ha creado miedo, dudas y, en muchos casos, decisiones precipitadas en la gestión de la facturación.
Sin embargo, la verdad es muy diferente: no es obligatorio enviar todas las facturas a Hacienda en tiempo real. La normativa, establece un marco claro en el que conviven dos modalidades perfectamente válidas: la modalidad VeriFactu, con envío inmediato de facturas a la Agencia Tributaria, y la modalidad NO VeriFactu, que cumple los requisitos legales sin remitir datos de manera automática.
Por lo tanto, lo esencial no es caer en el mito de que “todo será VeriFactu”, sino entender cómo funciona cada modalidad, cuáles son sus implicaciones, y qué papel juega el software de facturación homologado en este nuevo escenario.
Desarrollo
Qué es VeriFactu y cómo funciona
VeriFactu es un sistema que permite enviar en tiempo real cada factura emitida a la Agencia Tributaria. En la práctica, significa que cada vez que un negocio emite una factura, ésta viaja automáticamente a los servidores de Hacienda. El beneficio principal es el mayor control fiscal, reduciendo la posibilidad de fraude y ofreciendo total transparencia. Además, cada PDF de la factura en esta modalidad incluye la leyenda “VeriFactu” y un código QR que facilita su trazabilidad pública.
Qué significa NO VeriFactu
La opción alternativa es la modalidad NO VeriFactu, donde el negocio cumple con todos los requisitos técnicos exigidos, pero mantiene las facturas bajo su custodia. Solo en caso de que Hacienda lo solicite, bajo requerimiento, los documentos se enviarán a la AEAT, tal como ha ocurrido hasta ahora. En esta modalidad también se utilizan software homologado, códigos QR obligatorios y certificados digitales para validar las operaciones.
Requisitos comunes para ambas modalidades
Tanto VeriFactu como NO VeriFactu deben cumplir ciertas condiciones técnicas:
- Software homologado: el programa de facturación debe garantizar integridad, trazabilidad y seguridad.
- Código QR: obligatorio en todas las facturas en PDF, sin excepción.
- Certificado digital: necesario tanto para el envío de las peticiones (VeriFactu), como para la firma interna de los ficheros XML (NO VeriFactu).
- CSV (Código Seguro de Verificación): Hacienda lo genera cuando se envía una factura, aunque no es necesario incluirlo en la factura.
Estos requisitos buscan uniformizar la facturación electrónica, dificultar la manipulación de documentos y garantizar un sistema transparente frente a la AEAT.
Privacidad vs control: la decisión clave
La verdadera diferencia entre VeriFactu y NO VeriFactu no está en la legalidad pues ambas son opciones válidas, sino en el equilibrio entre control fiscal y privacidad empresarial.
- VeriFactu: más transparencia, mayor control de Hacienda, menos flexibilidad.
- NO VeriFactu: cumplimiento legal y privacidad de datos hasta requerimiento oficial.
La decisión dependerá de cada empresa o autónomo: algunos preferirán simplificar la relación con Hacienda con VeriFactu, mientras que otros priorizarán la confidencialidad y optarán por NO VeriFactu.
Impacto real en empresas y autónomos
Para los autónomos y pequeños negocios, la opción NO VeriFactu ofrece tranquilidad: pueden seguir trabajando como hasta ahora, solo que con un software que cumpla los nuevos requisitos. Para las grandes empresas, VeriFactu puede convertirse en una herramienta de eficiencia al automatizar el envío y evitar procesos manuales de comprobación.
En ambos casos, lo más importante es que nadie está obligado a ceder toda su información en tiempo real. El cambio no es tanto “qué” se hace, sino “cómo” se hace, y ahí el software homologado juega un papel fundamental.
Conclusión
El 2026 no será el año en que todas las facturas de España pasen a estar en manos de Hacienda en tiempo real. Ese es un mito que ha generado ruido, pero que no responde a la realidad de la normativa. Lo que sí será obligatorio es contar con un software de facturación homologado, capaz de garantizar seguridad, trazabilidad y legalidad.
A partir de ahí, la decisión es tuya:
- Si prefieres transparencia inmediata y control automático, tu camino es VeriFactu.
- Si priorizas la privacidad y flexibilidad de gestión, NO VeriFactu es la opción más adecuada.
Ambas son legales, ambas cumplen con la normativa y ambas te permitirán trabajar sin miedo a sanciones. La clave está en prepararse con tiempo, elegir el software correcto y adoptar la modalidad que mejor encaje con tu estrategia empresarial.
En resumen, el debate no es “VeriFactu sí o no”, sino cómo quieres gestionar tu relación con Hacienda y proteger tu información. Lo importante es no dejarse llevar por el ruido, informarse y tomar decisiones basadas en la verdad, no en los rumores.
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